CARTA A UN/A AMIG@

Amig@. Paz y bien:

¿Qué te ocurre? ¿Por qué andas triste y cabizbaj@? Seguro que tienes algún motivo por tu sufrimiento y no llegas a entender o a entenderte. A entender por qué la sociedad va directa hacia el precipicio de la ruina y nos arrastra como un embudo lleno de agua. A entenderte por qué siendo una persona única e irrepetible en dicha sociedad, copias modelos cíclicos, estándares que absorben a gente sin personalidad; que buscan refugios en marcas de ropa, equipos de fútbol, tríbus urbanas, influencia televisiva, dinero, política, y un largo etcétera.

No quiero cansarte. Sólo quiero que des nombre a tu tristeza y sufrimientos, y quiero que decidas en la vida por ti mismo no que otras influencias lo hagan por ti.

Amig@ yo solo quiero ayudarte. No te voy a presentar imágenes perfectas de personas ilustres o reconocidas por la humanidad a lo largo de la historia. No se ayuda a nadie presentando grandes alturas o metas… Sólo el que tuvo la gran idea de crear al hombre, sabe por lo tanto de qué está hecho y puede ayudarte.

Si Dios creó al hombre por puro Amor ¿cómo lo va a abandonar? El Creador se recrea en su criatura, pues ésta dice algo de Él, como un cuadro de su pintor, o un libro de su autor. Dios el Creador de todo te amó, te pensó y te creó. Fue, es y será el que siempre te tendrá en su pensamiento y en sus brazos para ayudarte. No te ha dejado nunca sólo. Piénsalo por un instante.

Sino te convences quiero que hagas un pequeño esfuerzo. Escucha el latido de tu corazón, un órgano perfecto, no sólo en la criatura humana sino en todo el reino animal. El corazón no te pide permiso para seguir latiendo, él quiere mantenerte con vida por ritmo cardíaco, su sístole y diástole. Su misión amarte como él solo puede y es cuidándote; de la misma manera el Creador de ese órgano tan formidable Dios quiere cuidarte y amarte, pues cuidarte y amarte es amarse Él mismo. Así es Dios, amándote se ama a sí mismo. Siendo perfecto no quiso permanecer en el silencio en su lenguaje trinitario sino que quiso manifestar su gran y tierno Amor.

Y para que veas que Dios también posee un corazón como el nuestro Él se hizo hombre en la persona de Jesús de Nazaret que, un día por Amor a ti y a todos, su corazón dejó de latir y fue traspasado por la lanza de un soldado cuando terminó su misión.

Pero el Amor de Dios no se agota nunca y su corazón sigue latiendo por la resurrección de Jesús, el Cristo, en la eternidad. Escucha tu corazón. “Pon-pon, pon-pon”. Dios está ahí diciéndote: “Hijit@ mí@ no tengas miedo, estoy aquí contigo; siempre”. Dios existe y se encuentra muy dentro de ti, en cada latido de tu corazón, Su corazón.