ENCUENTRO CON LOS RESPONSABLES DE LOS ORGANISMOS ECLESIALES PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN,
CON MOTIVO DEL CONGRESO INTERNACIONAL
ORGANIZADO POR EL CONSEJO PONTIFICIO,
PARA LA PROMOCIÓN DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN DISCURSO
DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Sala Pablo VI
Sábado 15 de octubre de 2011
CON MOTIVO DEL CONGRESO INTERNACIONAL
ORGANIZADO POR EL CONSEJO PONTIFICIO,
PARA LA PROMOCIÓN DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN DISCURSO
DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Sala Pablo VI
Sábado 15 de octubre de 2011
Fragmentos
El Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, que instituí el año pasado, es un instrumento muy valioso a la hora de identificar las grandes cuestiones que se plantean en los diferentes sectores de la sociedad y de la cultura contemporánea. Está llamado a prestar una ayuda especial a la Iglesia en su misión, sobre todo en aquellos países de antigua tradición cristiana que parecen haberse vuelto indiferentes –cuando no hostiles- a la Palabra de Dios. El mundo necesita hoy personas que anuncien y testimonien que es Cristo quien nos enseña el arte de vivir, el camino de la felicidad verdadera, porque él mismo es el Camino de la vida; personas que tengan ellas mismas, antes de todo, puesta su mirada en Jesús, el Hijo de Dios: la palabra del anuncio ha de estar siempre inmersa en una relación intensa con él, en una vida intensa de oración. El mundo de hoy necesita personas que hablen a Dios para poder hablar de Dios. Y debemos recordar también que Jesús no redimió al mundo con palabras bonitas o con medios llamativos, sino con sufrimiento y su muerte. La ley del grano de trigo que muere en la tierra sigue vigente hoy; no podemos dar vida a otros sin dar nuestra vida. Estoy convencido de que los nuevos evangelizadores se multiplicarán cada vez más para dar vida a una auténtica transformación de la que el mundo anda hoy necesitado. Sólo gracias a hombres y mujeres plasmados por la presencia de Dios proseguirá la Palabra de Dios su camino en el mundo, produciendo sus frutos.
Ser evangelizadores no es un privilegio, sino un compromiso que dimana de la fe. A la pregunta que el Señor dirige a los cristianos: ¿A quién enviaré? ¿y quien irá por nosotros?, responded con la misma valentía y confianza del Profeta: “Aquí estoy, mándame” (Is 6,8). Os pido que os dejéis plasmar por la gracia de Dios y que correspondáis dócilmente a la acción del Espíritu del Resucitado. Sed signos de esperanza capaces de mirar al futuro con la certeza que procede del Señor Jesús, que venció a la muerte y nos dio la vida eterna. Comunicad a todos la alegría de la fe con el entusiasmo que procede del impulso del Espíritu Santo, pues él hace nuevas todas las cosas (cf. Ap 21,5), confiando en la promesa que Jesús hizo a la Iglesia: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”. (Mt 28,21).
Lo podéis encontrar íntegro en:
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2011/october/documents/hf_ben-xvi_spe_20111015_nuova-evangelizzazione_sp.html ; o en revista Ecclesia, nº 3.395, 5 de noviembre de 2011, pags 32-33.
Vídeo del evento en:
http://player.rv.va/vaticanplayer.asp?language=it&tic=VA_IWSPZM1H Hacia el minuto 30 Intervino la fundadora de “Iesu Communio”, la burgalesa Verónica Berzosa.
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